- ELLIOTT SMITH -
01 - Porque, sin contar las aventuras con su banda Heatmiser, editó sólo cinco discos, más allá del póstumo From A Basement On The Hill, que seguramente saldrá a romper bateas (al menos dentro del mundillo musical). Sólo seis discos. Nunca van a ser suficientes. Ni el doble. Ni el triple.
02 - Porque odiaba sus canciones apenas las terminaba, al igual que los discos al editarlos: decía que eran una mierda y que no hacían más que dejarlo mal parado. Él disfrutaba más del proceso de creación, odiando también las diferencias que había entre la idea original de una canción y lo imposible de plasmarla tal cual. Un poco lo que pasa con las palabras: en tu cerebro están perfectamente alineadas, con prolijidad, chispa y gracia y al llevarlas al papel, todo se va a al carajo. Aunque sus canciones, a pesar de lo que a él le parecían, nunca se fueron al carajo. Ni son una mierda.
03 - Por su tatuaje de Ferdinando, un toro bueno que en el ruedo huele las flores arrojadas por el público en vez de pelear con el torero, quien finalmente lo lleva al campo para que viva entre las flores. Una fábula para chicos interpretada como la búsqueda de un individuo por mantenerse lejos del sistema, de lo preestablecido. Una boludez que no se arrepentía de repetir.
06 – Porque alguna vez dijo “rara vez pienso en John Lennon como alguien muerto: hay demasiada vida en su música para imaginarlo muerto”, y con esto nos obliga a pensar dos veces acerca de él mismo y su música.
07 – Por todas y cada una de sus canciones, más allá de todo. Porque sus letras son de las buenas, de las que uno relee y relee, sin la música sonando de fondo como sugieren los chicos de Pulp en cada uno de sus discos. Desde Baby Britain (“El revólver se dio vuelta de nuevo, y está listo una vez más. Pet Sounds y sus melodías agridulces también fueron dados vuelta”) a Everything Means Nothing To Me, que cobra otro significado ahora, con su corito in crescendo, dicho con una falsa sonrisa, sacada de lo más profundo de un pozo depresivo.
08 - Porque siempre que se le preguntaba por sus artistas preferidos, además de los Beatles, hablaba de The Clash, Bauhaus y Velvet Underground, los discos que escuchaba de chico. O de Bob Dylan, Stevie Wonder, Alex Chilton y Leadbelly, ya de mayorcito, alejándose de los artistas actuales, salvo Beck, Quasi y Sebadoh. Y volviendo siempre a Beck, compañero de gira y amigo de backstages, artista renegado y mainstream a la vez, casi una obsesión para Elliott.
1 comentario:
¡Precioso concepto del amor!
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